La cama por la mañana nos atrapa con su despiadada calidez que por la noche es difícil de encontrar y si la encontramos un mundo de pensamientos lejanos y moribundos nos absorbe como la esponja absorbe el agua, y cuando la cama nos secuestra en su cárcel es complicado desprenderse de ella, lo único que se puede hacer es armarse de valor y poner un pie en el frío suelo, vestirse, desayunar y pasar la mañana lamentandonos por la hora a la que nos acostamos la noche anterior.
Pero hoy ni la cama me ha retenido, ni cuando he puesto un pie en el suelo estaba frío y tampoco me he arrepentido por la hora en la que me desperté anoche.
La mañana era un paréntesis en una vida cotidiana más.
Y por la tarde cuando el sol aún pegaba con fuerza y el frío ese del que tanto hablan en televisión era un mero espejismo salí a andar y por el camino me encontré cosas simples y asombrosas pero casi invisbles.
Nubes que cambiaban de lugar al agachar la cabeza.
Un sol resplandeciente que hacía que miraras al suelo y pensaras en todos esos "bichejos" que viven en el suelo y que te hacían sentir un gigante con medidas desequilibradas.
Seguias corriendo y observabas como los pájaros echaban a correr despavoridos con tu presencia como si fueras un tirano y como al rato unas cortinas grises caprichosas se posaban en medio del sol y hundia el paisaje en un estado de penumbra pero tú mismo sabias como al rato esas nubes caprichosas dejaría paso a la luz y a la vida y por último te parabas a descansar un rato en el césped y decidías tumbarte y descubrías en esas selvas inmensas un pequeño insecto que sobrevivia al invierno.
Pequeñas cosas casi perfectas que llenan tu vida de luz en el momento indicado y hace que una inmensa sonrisa se esboce en mi cara en este preciso instante, pues me siento libre, ilusionado y con ganas de comerme el mundo.
Hoy no es día para tomar cianuro aunque si lo piensas bien...
martes, 12 de febrero de 2013
Un día entre paréntesis... de febrero.
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Es la primera vez que me paso por este blog y vaya, me ha impresionado, sobretodo tu descripción de un día normal y corriente.
ResponderEliminarAunque lo parezca ninguno lo es. Todos pueden parecer terriblemente monótonos pero...siempre se esconde algo en alguno de ellos :) o si no, hay que comenzar a buscar.
Te sigo desde ya :)
La supuesta normalidad depende de cada persona.
EliminarSiempre hay que buscar algo para así poder encontrar algo.
Me alegro de que te guste el blog.
Gracias!!! y me paso por el tuyo.