SINOPSIS:
Hysteria nos acerca a la Inglaterra del siglo XIX para contarnos la historia de cómo el Doctor Joseph Mortimer Granville inventó el primer vibrador eléctrico en nombre de la ciencia, para tratar la enfermedad conocida como “histeria femenina”. Los síntomas eran insomnio, retención de líquidos, espasmos musculares, irritabilidad o pérdida de apetito.
ARGUMENTO:
A pesar de que la trama central trata sobre la enfermedad y tratamiento de la “histeria femenina”, en realidad hay mucho más detrás de lo que puede parecer. El argumento ocurre en pleno auge de la era industrial en la que se abre paso el empleo de nuevas tecnologías en contrapartida de la mano de obra tradicional, los descubrimientos y nuevos avances en el campo de la medicina y lo que costó que se abrieran paso en las viejas mentes, sobre todo lo relacionado con la higiene y alimentación de los pacientes, la crítica feminista del papel de la mujer y un retrato sarcástico de la clase alta de la sociedad londinense. Todo ello desde un punto de vista refinado inglés que retrata en forma humorística los sucesos que llevan a cabo la invención del aparato y el encuentro de dos almas gemelas que lo único que buscan es el progreso, el duro trabajo y el reconocimiento de sus papeles en la historia tras perseguir y conseguir sus ideales.
OPINIÓN: Pequeña joya de la comedia romántica que transmite más que buenas vibraciones y se encuentra basada en hechos reales. La directora Tanya Wexler tenía el sueño de llevar a cabo esta película aunque no hiciera nada más en su vida, una mujer entregada que anteriormente había rodado Ball in the House y Finding North. Presentó Hysteria oficialmente en el festival de Toronto de 2011. El reparto es todo un ejemplo de personajes bien retratados y defendidos por los actores que les interpretan y en el que todos tienen su minuto de gloria y su redención personal, algo muy típico del estilo inglés. Resulta chocante la visión que tenían de dicha enfermedad, y es que partimos de que en el siglo XIX se creía que las mujeres eran en el fondo unas histéricas que tenían que ser curadas, sobre todo si eran transgresoras. Que esto no lleve a indignación de ninguna espectadora que sienta, tras ver la película, como el feminismo brota en su interior, porque hemos tenido que luchar mucho para conseguir una igualdad que a día de hoy todavía no tenemos. Y es que la visión que tiene nuestro protagonista es la de un machista que a pesar de aceptar las vanguardias de la época, está perdido en el mundo femenino que con tanto ahínco se esfuerza en tratar, y será ella la que le abra los ojos sobre lo que significa ser mujer y las necesidades que tienen de ser algo más que un objeto que guarda la casa. Mucha tensión sexual y momento cómicos retratados en una sociedad victoriana harán las delicias de más de uno, porque en el fondo no importa si sabes cómo va a acabar sino lo que te ofrece en el camino, y desde luego que sentir que has pasado un buen rato y tener una sonrisa no lo consigue casi ninguna.
Seguro esos días son las mejores para ver pelis, no he visto esta pero en cuanto tenga un tiempo la veré me llamo la atención.
ResponderEliminarCuídate y un beso desde Chile.
Te la recomiendo, seguro que te gusta verla.
ResponderEliminarBesos desde el Mediterráneo.
La veré *-*
ResponderEliminarMe has convencido.
Besos,
Ara.
Me alegro, gracias. :)
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