El sol golpeaba con fuerza las ventanas, a todos se nos notaba la desilusión puesto que era lunes y el desanimo era general. Tu, la chica de mis sueños me dijiste que bajara la persiana porque te daba demasiado el sol, yo baje la persiana de inmediato. En el tiempo del descanso, me cogiste la mano pero no para que estuviéramos los dos de la mano, sino para que yo acariciara a la chica que tu pensabas que yo amaba. Que me cogieras la mano en realidad fue todo un éxito pero lo que no fue tanto es que tu pienses que me gusta otra persona. Me gustas tu. La mañana siguió su curso habitual, nos despedimos todos a la salida y cada uno fue a parar a su casa. Yo me puse a pensar en ti, ¿tu en mi? ojala.
Y yo aqui tomándome una dosis de cianuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario