viernes, 13 de marzo de 2015
El gato.
La puerta de atrás de la casa de enfrente está siempre abierta. Un gato blanco se aprovecha de ello y entra en la casa para coger algo de comida. La dueña de la casa no se dará cuenta nunca. Ella anda muy ocupada siempre. Desayuna rápido, cena rápido y duerme poco. Todas las mañanas sale por la puerta de atrás y corre hasta el coche. Lo arranca y se lanza a la carretera. Cuando ya es de noche llega y entra corriendo porque tiene muchas cosas que hacer. Vuelve a dejar la puerta abierta. Más tarde se mete en su solitaria cama y sueña con que alguien ocupe la mitad del colchón.
Un día cansada de su vida decidió dejar el trabajo. Esa mañana el gato encontró a la dueña de la casa por primera vez. ¿Qué hacia allí? -se preguntó el gato. Ella tocó suavemente al gato y lo convirtió en suyo. Dejaría de estar tan sola.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
awwww que hermoso texto.
ResponderEliminarMe encanto la historia y el final sin duda no me lo esperaba.
Un saludo y un abrazo.
Muchas gracias!
EliminarAbrazos con cianuro