Alquilé mi corazón,
privaticé emociones,
consumí grandes cantidades
de sombras.
A tientas y a oscuras,
me deslicé por la superficialidad
hasta perder la razón
y las palabras.
Exigí lo que te mereces.
¿De que te quejas?
cuando hablas y no callas,
cuando partes la niebla,
cuando tocas la herida,
cortas la piel y no brota ni sangre.
Exigí lo que te mereces.
¿De que te quejas?
cuando hablas y no callas,
cuando partes la niebla,
cuando tocas la herida,
cortas la piel y no brota ni sangre.
Escuece la herida,
pero ya no me curas.