Por definición una de las partes tiene que perder siempre cuando se hace una comparación entre dos personas, animales o cosas. Incluso con la inocente pregunta de "¿A quien quieres más, a papá o mamá?", siempre gana uno de los dos.
Este hecho tiene más relevancia y repercusión cuando se trata de un asunto público y es la sociedad la que tiene que decidir y pronunciarse a favor o en contra de los dos sujetos que se encuentran en conflicto, con una circunstancia más importante a tener en cuenta: en este caso, no se valoraran cuestiones objetivas sino que el veredicto popular vendrá dado por las fobias, los miedos, las simpatías y los delirios del conjunto de la sociedad hacia los sujetos en conflicto y que esperan una respuesta.
¿Qué pasa si uno de los sujetos en conflicto es un personaje reconocido y más o menos importante para el público general? ¿Y si a este factor se le añade que este sujeto está perjudicando a los intereses de esa misma sociedad que le apoya y le da su reconocimiento? Ante esta situación hay miles de respuestas válidas, ¿pero cuál de ellas es la respuesta justa?
¿Crees en la justicia?
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